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Trabajo con Discapacitados Visuales (página 2)



Partes: 1, 2, 3

  • Relaciones euclidianas o métricas: demuestran
    la capacidad de coordinar los objetivos entre sí, en
    relación con un sistema o unas coordenadas de
    referencia, lo que supone la utilización de medidas de
    longitud, de capacidad y de superficie.

  • En general, las complicaciones presentadas en el
    ámbito de estructuración espacial, temporal o
    espacio – temporal, constituyen un índice considerable de
    dificultades para reproducir una cierta disposición de los
    elementos (fonemas, letras, cifras, palabras, etc.) en el espacio
    y en el tiempo o en ambos al mismo tiempo.

    Organización Espacial.

    La Organización Espacial se reconoce como la
    manera de disponer los elementos en el espacio, en el tiempo o en
    ambos a la vez; es decir, la forma de establecer relaciones
    espaciales, temporales o espacio – temporales entre elementos
    independientes (relación de vecindad, proximidad,
    anterioridad o posterioridad, sobre posición). Se
    caracteriza por poseer un distinto desarrollo según se
    produzca en etapas preoperatorias u operatorias del niño.
    En relación con el tema Piaget propone una
    distinción entre el espacio perceptivo (figurativo) y el
    espacio intelectivo (representativo).

    El espacio figurativo de tipo perceptivo se presenta en
    los períodos evolutivos sensomotores (aprox. entre los 0 y
    2 años), y los preoperatorios o intuitivos (aprox. entre
    los 2 y 7 años). Se caracteriza por la vivencia motriz y
    perceptiva inmediata que el niño posee del espacio, la
    cual le permite establecer relaciones cada vez más
    complejas mediante la exploración y la
    experimentación dentro del entorno más
    cercano.

    El espacio representativo de tipo intelectivo, aparece
    durante el período operatorio, a partir de los 7 u 8
    años, cuando el niño adquiere progresivamente la
    capacidad de analizar los datos perceptivos inmediatos y elabora
    relaciones espaciales mucho más complejas. En ese momento
    se manifiesta una descentración respecto al propio cuerpo,
    una objetivación de los puntos de vista y juicios sobre
    las relaciones espaciales logrando superar el egocentrismo
    cognitivo.

    Existen otros conceptos muy relacionados al tema de
    estructuración espacial, estos son la lateralidad y la
    direccionalidad, mediante los cuales el niño puede
    fundamentar un marco de referencia para distinguir y relacionar
    elementos u objetos, considerando su propio cuerpo con respecto
    al espacio en el que se desenvuelve.

    La orientación espacial como
    proceso.

    Si un niño discapacitado visual no recibe una
    capacitación especial en esta esfera podrá ignorar
    cómo mover el cuerpo y sus movimientos serán
    torpes. Al caminar adoptará una mala postura o
    mantendrá rígida la parte superior del cuerpo. El
    niño puede no saber cómo doblar la cintura o puede
    caminar separando excesivamente los pies. Al correr moverá
    quizás sus piernas rápidamente pero avanzará
    muy poco.

    A menudo, y equivocadamente, no se enseña el
    movimiento corporal. Tanto los padres como los maestros videntes
    piensan que todos los niños aprenden
    automáticamente corren, saltan y brincan. No se dan cuenta
    que estas habilidades se han de aprender. Los niños
    videntes aprenden a correr mirando a otros niños. Aunque a
    un niño no se le enseña a correr, éste
    aprende a correr por observación y por tanteo.

    Un niño ciego no podrá aprender a correr
    por observación. Podrá oír la palabra correr
    en una conversación y comprender que se trata de un
    movimiento corporal consistente en "caminar rápido", pero
    esto no le dice de qué manera se mueve el cuerpo al
    correr. Habrá que enseñarle a mover las piernas,
    los brazos, etc.

    En el desarrollo psicomotor, un establecimiento de un
    esquema corporal o imagen del propio cuerpo, fomentar la
    exploración de las distintas partes del mismo y no impedir
    la actividad motriz por miedo a las caídas.

    En el desarrollo perceptivo-cognitivo: desarrollar el
    tacto y el oído, desarrollar la percepción del
    sonido y el descubrimiento de donde procede.

    En el desarrollo del lenguaje y la comunicación:
    fomentar los comportamientos preverbales del niño,
    fomentar el desarrollo del lenguaje a través de la
    exploración del entorno, asignándole las palabras a
    los objetos, evitar el verbalismo.

    El ciego debe desplazarse con seguridad por el medio
    físico que lo rodea. La orientación del ciego es de
    dos formas:

    1-estática (sujeto quieto respecto al espacio que
    le rodea)

    2- dinámica (recibe información al
    desplazarse por su entorno)

    El proceso de orientación se lleva a cabo
    mediante las informaciones que le llegan del oído
    (detección de obstáculos), tacto (localizar puntos
    de referencia espaciales con el bastón,
    perro-guía), olfato, sentido propioceptivo
    cinestésico, el equilibrio y la memoria
    espacial.

    Características de los discapacitados
    visuales

    Cuando hablamos en general de ciegos y baja
    visión nos estamos refiriendo a condiciones caracterizadas
    por una limitación total o muy seria de la función
    visual.

    Discapacidad visual es la persona que por una
    lesión en una de las partes del analizador visual, se le
    afectan el campo y la agudeza visual, dificultando la
    percepción de los objetos y fenómenos de la
    realidad, la orientación en el espacio, la
    formación de representaciones y la realización de
    actividades donde intervenga la medición.(Aldama,
    L.2003).Dentro de esta categoría se integran los ciegos y
    baja visión.

    Ciego: Cuando tienen percepción de luz sin
    proyección o aquellos que carecen totalmente de
    visión (Faye 1970), el ciego aprende mediante el sistema
    Braille y no puede utilizar su visión para adquirir
    ningún conocimiento, aunque la percepción de la luz
    pueda ayudarle para sus movimientos y
    orientación.(Santaballa, 2004)

    Baja visión: Cuando tiene una agudeza
    visual de 0,3 (618 ó 2060) hasta la percepción de
    luz en su mejor ojo con corrección óptica yo
    tratamiento médico quirúrgico y un campo visual
    igual o menor de 10 grados; pero que utiliza o potencialmente es
    capaz de utilizar la visión para planear yo ejecutar una
    tarea. (OMS)

    El funcionamiento visual es considerado como la mayor o
    menor capacidad del niño para usar su resto de
    visión en la realización de tareas cotidianas,
    está directamente relacionado con las
    características físicas y mentales del sujeto, con
    los factores ambientales en los que se desenvuelve diariamente y
    con la motivación que presente para la realización
    de tareas visuales.

    Según Pérez, 1998: "la evaluación
    de este funcionamiento visual supone determinar de la manera
    más completa posible cómo utiliza el sujeto su
    visión residual, así como valorar los aspectos
    sociales, emocionales, cognitivos y las implicaciones que estos
    pudieran tener junto con el déficit visual en el
    desarrollo del niño."

    La falta de madurez o de desarrollo del sistema visual
    lleva a una reducción de la información visual
    usada por el niño, por lo que la cantidad y calidad del
    aprendizaje que recibe a través del órgano de la
    visión es limitado. Los niños con baja
    visión pueden recibir muchas impresiones visuales, pero no
    tienen la oportunidad de intercambiar con los demás
    niños sobre dichas experiencias, ya que no existe claridad
    por parte de ellos del fenómeno percibido. Las mayores
    dificultades relacionadas con la percepción
    visual de estos sujetos se asocian con la desproporción de
    detalles en el espacio, la posición espacial,
    representación tridimensional y composición de
    formas.

    Todo esto trae como consecuencia grandes discrepancias
    por parte de las personas que le rodean, para poder entender su
    funcionamiento en la vida diaria desde las primeras edades N.
    Barraga (1992), plantea que estos niños, se encuentran en
    tierra de nadie, pues no están, ni en el mundo de los
    videntes, ni en el de los invidentes.

    Entre las particularidades que se originan debido a la
    pérdida parcial de la visión se encuentra el
    subdesarrollo de las necesidades perceptivas relacionadas con
    dificultades para satisfacerlas, la reducción del
    círculo de intereses a causa de las limitaciones en la
    esfera de reflejo sensitivo, el carácter reducido de las
    aptitudes hacia los tipos de actividad que requieren
    verificación visual y la ausencia o la restricción
    sensible de la exteriorización de estados internos, la
    falta de equilibrio al moverse y ejecutar actividades que tengan
    que ver con cualquier tipo de movimiento, por ende no tienen
    ritmo en el desarrollo de las acciones motoras, su
    reacción es tardía y en ocasiones no aparece. Estas
    características son evidentes desde las edades más
    tempranas de los niños y su corrección y/o
    compensación están en dependencia de la influencia
    que ejerzan los factores de índole social, físico,
    psicológico.

    Los discapacitados visuales presentan un retraso en el
    desarrollo motor, debido a que el sistema visual actúa
    como impulsor y activador del movimiento. La mayoría de
    estos menores evolucionan más lento en el dominio de la
    marcha independiente, así como en el logro de la
    coordinación correcta de sus extremidades,
    moviéndose con mayor torpeza, tardando más tiempo
    en el aprendizaje de determinadas habilidades motrices e incluso,
    mostrándose incapaces de llevar a cabo algunas actividades
    que afectan a la orientación y movilidad, por no poder
    adaptarse con facilidad a cambios motores, ni tener la capacidad
    de regular sus movimientos como otros niños sin estas
    limitaciones.

    Por otro lado, en el mundo que interactúa se
    encuentran familiares, vecinos, otros menores de su misma edad
    que no manifiestan una actitud adecuada ante la
    problemática del niño. En el caso de los padres, es
    frecuente un alto grado de sobreprotección tratando
    siempre de evitar que se produzca algún golpe o
    caída, los otros familiares y niños de la misma
    edad van a manifestar sentimientos de lástima, es
    frecuente escuchar frases como: "pobrecito, no ve casi nada",
    "está casi ciego, no puede jugar con los demás
    niños", "la madre no debe dejarlo salir, se puede caer con
    facilidad".

    El ámbito social influye directamente en el
    desarrollo psicológico del niño, por lo que no se
    debe privar de ello. Se integran a la sociedad y se evitan las
    diferencias y discriminaciones, dándole
    participación en ella se contribuye a mejorar el
    desarrollo psicológico del niño con
    deficiencia.

    Estas concepciones fundamentales de Vigotsky lo llevaron
    a postular que la educación de los niños con
    deficiencias no se diferencia de la educación de los
    niños que no la poseen, que los primeros pueden asimilar
    los conocimientos y desarrollar las habilidades de manera
    semejante a las de sus coetáneos. Los niños
    videntes si sabemos implicarlos, son capaces de inventar y buscar
    recursos para que el compañero ciego asimile las distintas
    actividades. Por lo que, hacemos de la integración un
    proceso comunitario y participativo. El ciego debe de ser
    útil a la sociedad.

    No obstante, es imprescindible investigar y utilizar
    métodos, procedimientos y técnicas
    específicas para lograr este desarrollo y eso no es
    más que el trabajo que se realiza en todas las escuelas
    especiales cubanas.

    El Real Patronato de Prevención y Atención
    a Personas con Minusvalía define la atención
    temprana como el conjunto de medidas puestas al servicio del
    niño que presenta trastornos o desarmonías en su
    desarrollo, en las áreas motoras, sensoriales o mentales,
    o riesgo de padecerlas, así como al servicio de sus
    familias y de su entorno, con la finalidad de garantizar y
    potenciar al máximo el desarrollo de las capacidades
    físicas, psíquicas, sensoriales y sociales de ese
    niño, desde los primeros momentos de su vida.

    Un déficit sensorial durante los primeros
    años de vida entraña un grave riesgo de que se
    produzcan detenciones o desviaciones del desarrollo con secuelas,
    a veces, irreversibles para el sujeto. Por tanto, la
    atención temprana a niños con ceguera o deficiencia
    visual comprende el conjunto de medidas, de orden
    psicopedagógico, médico y social, encaminadas a la
    consecución del desarrollo del niño sin otras
    discapacidades que las estrictamente inherentes a su
    déficit visual.

    Lidia Coriat(1974) neuropediatra argentina , pionera de
    la atención temprana, afirma: Es a través de la
    madre que se introducen, en el campo de la relación con su
    hijo, los elementos que apoyarán al niño afectado
    por deficiencias visuales. Como estamos hablando de niños
    y no de cosas, no se trata de reparar sistemas nerviosos o de
    colocar informaciones en su debido lugar como se haría en
    una biblioteca, sino de ofrecerle al niño la posibilidad
    de recuperar o construir su lugar como persona.

    Un individuo sano nace dotado de un programa
    biológico adecuado para adaptarse al mundo exterior y para
    poder asimilarlo. Los adultos próximos al niño,
    principalmente la madre, están capacitados de forma
    natural para interpretar estas reacciones y poder responderlas.
    De este modo, si no hay otras perturbaciones, los niños se
    hacen progresivamente más competentes y los padres
    más eficaces.

    Cualquier discapacidad sensorial, física o
    psíquica rompe este desenvolvimiento natural y obliga al
    individuo y al entorno que le acoge a realizar un esfuerzo de
    adaptación y a suplir, con recursos alternativos, las
    carencias que presente el niño; pero este esfuerzo
    suplementario, este rodeo adaptativo, no siempre resulta viable.
    En parte, por razones debidas al propio déficit y, en
    parte, por la situación de desinformación y de
    crisis emocional en que suelen encontrarse los padres.

    La existencia de una discapacidad es, en sí
    misma, un factor de riesgo para el desencadenamiento de otras
    perturbaciones del desarrollo que se asocian a la discapacidad
    original. Son precisamente estas limitaciones añadidas a
    la disfunción misma las que deben prevenirse en los
    Servicios de Atención Temprana, desde una
    intervención cualificada y cuidadosa, porque es en estos
    primeros años cuando todavía puede ser modificable
    el funcionamiento psíquico.

    En el caso de los niños con discapacidad visual,
    podríamos aglutinar estas dificultades iniciales en torno
    a dos ejes:

    • En lo cognitivo, el déficit visual impone
    una seria limitación para interpretar buena parte de la
    información exterior y para integrar los estímulos
    que, en estos casos, llegan de forma sesgada o
    incompleta.

    • En lo emocional, la privación de la mirada
    como código universal de contacto y de comunicación
    interferirá la relación del niño con sus
    padres.

    La atención temprana constituye un derecho de
    cada niño y su familia que permitirá crear las
    bases, para influir en el desarrollo individual de su
    personalidad y de su autonomía. La atención
    temprana es, por tanto, de importancia crucial para prevenir y
    disminuir los efectos de la deficiencia. Los programas de
    atención temprana van dirigidos a todos los niños
    que padecen un grave déficit visual, en el período
    comprendido entre el nacimiento y los 4 años de edad,
    prorrogable hasta los 6 años, en función de la edad
    de desarrollo y de las características psicosociales del
    niño.

    Linares en 1994 realizó una investigación
    en cuanto a las áreas más afectadas en estos
    niños durante esas edades entre las que
    señala:

    – Dificultades en la construcción del esquema
    corporal, debido al importante papel que este tiene en la
    evolución y el conocimiento del cuerpo, el cual le
    facilita el sentido de la vista. Dada a esa falta de
    información extereoceptiva visual, se produce una
    reducción de las experiencias motrices, mermándose
    el desarrollo psicomotor.

    – En la coordinación general (con dificultades en
    la adquisición de la marcha). También suelen tener
    desajustes en la postura y frecuentes
    paratonías.

    – En el plano perceptivo motor, el cual manifiesta una
    carencia de coordinación de las informaciones perceptivas
    y de su ajuste a la realidad exterior.

    Cuando se habla de dificultades en el esquema corporal,
    hay que partir en primer lugar de que este aparece dentro de un
    contexto que le confiere características claramente
    madurativas dentro del marco de referencia del desarrollo de la
    distinción "yo" – mundo exterior. No es un dato inicial,
    sino que se adquiere evolutivamente a partir de las relaciones
    entre el cuerpo y el medio.

    Los niños al presentar serias dificultades en el
    funcionamiento visual no forman una imagen clara de sí
    mismo, por lo que les resulta difícil realizar una
    valoración cualitativa como ser humano y esto trae en
    consecuencia las alteraciones del autoconcepto y la
    autoestima.

    Cuando el niño con discapacidad visual se siente
    querido y apreciado aprende a quererse y a valorarse. La escuela,
    la familia y la comunidad van desenvolviendo en él
    continuamente su imagen calificada con valores de bondad,
    belleza, inteligencia, normalidad, o por el contrario, valores
    negativos. El niño pequeño no dispone de recursos
    propios para revelarse contra esas concepciones y los incorpora a
    su imagen corporal.

    La imagen corporal se configura a la vez y
    simultáneamente que el esquema corporal, y el niño
    a través de sensaciones corporales primero irá
    conociendo los elementos de su cuerpo y les dará una
    valoración de aceptación o rechazo que añade
    de la experiencia subjetiva, integrando cualitativamente esos
    elementos a la imagen de sí mismo. En este proceso de
    formación de la imagen de sí mismo juega un papel
    fundamental la estimulación que se le brinde durante las
    primeras edades, fundamentalmente entre cuatro y cinco
    años, para lograr una representación clara y
    precisa de su propio cuerpo.

    Debemos de tener en cuenta un gran número de
    circunstancias que hace que no todos los niños presenten
    esas características. No es lo mismo ser ciego de
    nacimiento que quedarse ciego a una edad posterior; sufrir -o no
    una enfermedad asociada a la ceguera; tener residuo visual o no
    tenerlo; también la actitud que la familia tenga ante el
    niño con discapacidad visual (sobreprotección,
    abandono, etc.) influirá en las características que
    esté presente.

    Por todo ello, nunca podremos afirmar que determinadas
    características se presenten en todos o casi todos los
    discapacitados visuales; a lo sumo, se podría decir que,
    con frecuencia, se observan las siguientes
    características:

    • Retraso en el terreno psicomotor (la marcha se
      adquiere tardíamente, sufren de anomalías en la
      coordinación y equilibrio, pueden presentar
      tics, movimientos estereotipados y balanceos, etc.),
      aunque ese retraso se supera con la edad.

    • El lenguaje, que se estanca durante el segundo
      año, también se normaliza posteriormente. Otro
      problema en esta área es el Verbalismo
      (utilización de palabras sin comprender su
      significado).

    • Los ciegos no tiene una agudeza sensorial mayor,
      como pudiera creerse (por ejemplo, oído más
      fino), sino que están más entrenados a usarlo;
      lo mismo puede decirse de la memoria.

    • Tienen dificultades para adquirir conceptos
      abstractos. por ejemplo, los llamados "conceptos
      básicos" (algunos, muchos, alrededor, el más
      lejano, etc.)

    • En general presentan cierto retraso escolar y bajo
      nivel de conocimientos, lo cual no deja de ser lógico,
      ya que no pueden recurrir a la extraordinaria fuente de
      información que es la visión.

    • También manifiestan, por lo general,
      dificultades de adaptación personal (sentimientos de
      inseguridad, inferioridad, infantilismo) y social
      (aislamiento, dificultades para la relación social,
      etc.), dependiendo tales dificultades del trato que reciban
      del entorno social (hogar, escuela, comunidad).

    Alrededor del 80% de la información recibida del
    entorno se adquiere por vía visual; teniendo en cuenta
    esto podemos hacernos una idea de la cantidad de
    información que deja de recibirse cuando no se dispone de
    ese sentido.

    La información que nos aporte cualquier otro
    sentido es siempre más restringida y parcial. El ojo
    proporciona al cerebro sensaciones que le permiten interpretar:
    color, tamaño, distancia y también seguir el
    movimiento mientras el cuerpo permanece estático. La
    percepción visual es la capacidad de interpretar lo que se
    ve, la habilidad para procesar y comprender toda la
    información recibida a través del sentido de la
    vista.

    Tanto la deficiencia visual como su percepción
    van a incidir en el desarrollo espacial y psicomotor del
    discapacitado visual. Supone analizar objetos, distinguir sus
    componentes fundamentales, comprender la relación entre
    elementos y la posibilidad de llevar a cabo una
    integración del conjunto de informaciones en un todo que
    tenga significado para el sujeto. La percepción visual es
    un proceso decisivo que se relaciona más con la capacidad
    de aprendizaje del niño que con su condición
    visual.

    La percepción visual tiene cinco facultades
    básicas:

    1 – Coordinación viso-motriz.

    2 – Percepción figura-fondo.

    3 – Constancia perceptual.

    4 – Posición en el espacio.

    5 – Relaciones espaciales.

    Cabe distinguir tres tipos de niños con
    discapacidad visual: el niño ciego de nacimiento, que
    lógicamente no ha dispuesto de la visión durante el
    período sensorio motor; el ciego tardío que cuenta
    con experiencias visuales; y el niño de baja visión
    que nunca ha visto con nitidez la realidad que lo
    rodea.

    Como consecuencia de la ceguera y la baja visión
    ocurren cambios cualitativos y cuantitativos significativos y se
    dan algunas particularidades en su desarrollo físico,
    psíquico y cultural como son: especificidades en el
    proceso de formación de conceptos, del lenguaje; se altera
    la correlación de lo relacionado con la imagen y lo
    conceptual de la actividad mental. Cambios cuantitativos
    principalmente en la esfera del conocimiento sensorial: se
    reducen las sensaciones y las percepciones visuales.

    Se debe desarrollar todas sus posibilidades sensoriales,
    para ello resulta necesario el conocimiento de la
    patología que presenta cada niño, las
    características de las mismas, así como los
    factores que conducen a la aparición de una discapacidad
    visual, los que pueden tener carácter genético,
    congénito o adquirido.

    Una gran cantidad de información se obtiene a
    través del sistema visual, en menos tiempo que por otro
    sentido (80 %). En el ciego la información sensorial no
    visual (auditiva, táctil, olfativa…) ocupan un lugar
    preeminente en la recogida de información.

    Los sentidos en el ciego son iguales a los del vidente
    en agudeza y características generales. Es la
    práctica diaria y la necesidad lo que obliga al invidente
    a sacar más partido de aquellos sentidos que la persona
    que ve apenas utiliza. Por el hecho de ser ciego no se tiene
    mayor sensibilidad táctil o auditiva.

    Numerosos estudios han puesto de manifiesto que los
    umbrales de percepción táctil, auditiva y olfativa
    son semejantes para los ciegos y los videntes, lo cual significa
    que la sensibilidad pasiva de estos sistemas sensoriales no
    aumenta para compensar la ausencia de visión. Si mejora en
    estos sujetos la capacidad para buscar, recoger y guardar esa
    información en la memoria.

    El sentido auditivo les proporciona la mayor cantidad de
    información del medio, facilitándole datos
    significativos para una actuación independiente en el
    entorno, siendo fundamental para poder orientarse. Es necesario
    proporcionar estrategias de aprendizaje y un entrenamiento previo
    que permitan al niño adquirir las habilidades de
    selección y codificación de los sonidos que son
    significativos y útiles para él. Esta tarea es muy
    dificultosa, por la complejidad que entraña el dar
    significado a un sonido sin percibir visualmente el origen del
    mismo.

    La sensibilidad táctil no reside exclusivamente
    en las manos o en la mano dominante. En mayor o menor grado, toda
    la piel que recubre nuestro cuerpo es receptora de la
    sensibilidad táctil, térmica o dolorosa.

    Este sentido que facilita información acerca de
    estímulos puramente táctiles, de presión y
    de determinadas vibraciones, juega en el ciego un papel
    extraordinario para el conocimiento del medio.

    El tacto activo, también llamado sistema
    háptico, por el que la sensibilidad o impresión de
    la piel es buscada y conseguida por el mismo individuo que
    percibe para lograr una determinada
    información.

    El tacto pasivo, mediante el cual la información
    se percibe sin buscarla intencionalmente.

    Las diferentes formas sensoriales no actúan por
    separado, sino que son complementarias.

    Lo importante es saber que cada persona tiene unos
    procesos de codificación peculiares.

    No es cierto lo de atribuir propiedades extranormales a
    los sentidos no visuales de las personas ciegas, en realidad se
    hace patente el entrenamiento sensorial, es decir, la necesidad
    vital de utilizar continuamente otros sentidos alternativos a la
    vista para captar información del medio.
    Produciéndose así un desarrollo
    neurofisiológico sensorial alcanzable por cualquier
    persona que se entrene desde niño.

    Erróneo es también pensar que los
    niños invidentes tienen una imagen sesgada del mundo que
    les rodea. Lo importante es tener claro que las imágenes
    mentales que tiene una persona ciega del mundo que le rodea son
    iguales a las de la población general. A pesar de que la
    información entre por otros canales receptores, el
    resultado final es el mismo.

    Aspectos
    psicológicos del discapacitado visual

    1- Percepción sin visión.

    Las sensaciones auditivas, hápticas, sentido
    térmico de la piel y olfativas ocupan un importante rol en
    su experiencia sensorial. La información del medio
    ambiente le llega al ciego a través del sistema
    somatosensorial (somatestesia = tacto, presión, dolor,
    temperatura; sistema propioceptor = recoge información de
    las articulaciones), del sistema vestibular, del sistema auditivo
    y de los sentidos químicos: el olfato y el
    gusto.

    Podemos distinguir entre tacto pasivo (capacidad de
    buscar información táctil sin buscarla
    intencionadamente) y tacto activo o sistema háptico
    (capacidad de buscar información táctil
    intencionadamente, este es el tacto que utiliza el niño
    ciego y con baja visión). Un aspecto del tacto activo es
    la percepción de la textura, otro aspecto es la
    dimensión de la forma, bidimensional o
    tridimensional.

    Aspectos importantes a desarrollar por el niño
    con discapacidad visual son la sensibilidad cutánea y la
    capacidad de discriminación táctil. Los umbrales
    perceptivos táctiles de los ciegos y de los videntes son
    los mismos, pero hay diferencias en la manera de recoger y
    almacenar información, mejor en los ciegos.

    El conocimiento espacial puede obtenerlo a través
    del tacto, en concreto el "espacio cercano", aquel que puede
    abarcar con los brazos y al que tiene acceso mediante el tacto
    activo. El conocimiento llamado "espacio lejano" es aquel que no
    es abarcable mediante los brazos. Las personas ciegas de
    nacimiento pueden elaborar "mapas cognitivos" de los ambientes en
    que se desenvuelven.

    El oído permite al invidente discriminar sonidos,
    localizar y detectar obstáculos e identificar personas y
    objetos. Los niños ciegos son mejores en tareas de extraer
    secuencias cortas o complejas de sonidos, en memorizar las letras
    cuando se presentan acústicamente. Poseen el llamado
    "sentido del obstáculo", capacidad de detener su marcha
    ante una puerta o un muro en un ambiente desconocido, esta
    percepción se realiza a través del oído. En
    cuanto a los sentidos químicos, gusto y olfato, no existen
    estudios actuales, según estos estudios, los ciegos no son
    mejores que los videntes para detectar un olor, pero una vez
    detectado lo categoriza mejor.

    2- Desarrollo psicológico del discapacitado
    visual.

    En la primera infancia, el discapacitado visual conoce
    el mundo exterior a través de los sonidos, olores y los
    contactos corporales con las madres o personas encargadas de su
    cuidado. En los casos de carencia afectiva y/o de
    estimulación suelen aparecer en los niños conductas
    típicas que recuerdan comportamientos autistas, las
    estereotipias.

    El desarrollo motor y postural suele estar dentro de la
    edad normal para los videntes, aunque los movimientos
    espontáneos están retrasados. Entre los 12 y 13
    meses comienza a gatear, la marcha sin ayuda no comienza hasta
    los 19 meses, que puede agravarse si existe una excesiva
    sobreprotección del niño.

    La inteligencia interpretativa se manifiesta en su
    capacidad para imitar en ausencia del modelo, en los niños
    invidentes existe retraso en la adquisición del
    pensamiento representativo debido a que la imitación es
    pobre, utilizan palabras que representan objetos y posiciones
    cercanos a su propio cuerpo. Este retraso se compensa durante los
    2 y 3 años y su lenguaje puede considerarse
    normal.

    3- Comportamiento de los discapacitados
    visuales.

    En el área de la inteligencia: tienen gran
    capacidad para recordar material auditivo, en el desarrollo del
    lenguaje pueden presentar verbalismo (decir palabras sin
    comprender su significado).

    En el área de la personalidad y
    socialización: blindismos o cieguismos (autoestimulaciones
    repetitivas provocadas por falta de afectividad o
    estimulación ambiental), pasividad e incapacidad para
    enfrentarse adecuadamente a situaciones ambientales, sentimiento
    de inferioridad y deficiente imagen corporal.

    En el área motriz: alteraciones en la marcha,
    postura, equilibrio y coordinación motora, habilidad
    manual pobre, ausencia de gestos en la comunicación y
    presencia de tics, movimientos estereotipados y
    balanceos.

    Influencia de la
    actividad lúdica en discapacitados
    visuales

    El concepto de la lúdica es poco tratado en el
    contexto de nuestra sociedad. Generalmente se le limita a la
    interpretación de los juegos infantiles. El historiador
    holandés Johan Huizinga en la obra "homo Ludens" reconoce
    lo lúdico como esfera general de actividad humana en toda
    época y en todo lugar. La lúdica es la
    expresión del más sagrado principio que caracteriza
    la actividad humana en toda su infinitud de formas.

    Para Henrry Bett los invidentes tienen excedente de
    energía y el juego es una manera de sacar fuera toda esa
    energía acumulada.

    El psicólogo suizo Jean Peaget ve el juego como
    una ayuda al niño a la formación de la psiquis, lo
    ayuda a vincularse con otras actividades a modo de
    imaginación a lograr realizar un sueño.

    James Brodín considera que el juego es algo
    natural e incuestionable, innato en los niños para ellos
    jugar es:

    – Aprender.

    – Trabajar.

    – Practicar.

    – Entrenarse para la vida adulta.

    El juego tiene que ver con nuestros propios
    sentimientos, experiencia, jugar es divertirse. Dentro de las
    múltiples manifestaciones de lo lúdico el juego
    tiene el papel principal, justamente porque permite la
    construcción de un modelo simbólico de la realidad,
    sumergido en el cual el ser humano de cualquier edad, sexo o
    clase social, podrá erigir sus sistemas de poder que le
    permitan comprender mejor y ser positivamente asimilado por los
    sistemas mayores a su individualidad, que constituyen la familia,
    la comunidad y la humanidad en su totalidad.

    El juego es la única acción
    antropológica que facilita el aprendizaje sin efectos
    traumáticos por los errores que se cometan durante el
    proceso como si ocurre en la esfera seria, o laboral, de la
    actividad humana, pues siempre será posible variar las
    reglas para hacer posible la aceptación de las
    alternativas que pudieran surgir sobre la marcha, lo que le
    confiere una posibilidad singular a los efectos de la
    educación y el desarrollo de la creatividad desde la
    edades más tempranas.

    Según el autor Johan Huizinga todo juego es una
    actividad lúdica, pero existe un gran campo de acciones
    lúdicas que no son, precisamente, juego. Reducir el
    alcance de la Lúdica al juego tiene que ver con los mismos
    orígenes del concepto, en las voces latinas ludus,
    ludere
    ,
    con el significado de "lo no serio, el
    simulacro, la burla, para designar al juego infantil, el recreo,
    la competición, la representación litúrgica
    y también la teatral, así como los juegos de azar".
    Su empleo como adjetivo ha permitido identificar tal tipo de
    acción presidida por la recreación simbólica
    de la realidad, o actividad
    lúdica
    .

    Así, la Lúdica, como
    categoría superior, se concreta mediante las formas
    específicas que asume, en todo caso como expresión
    de la cultura, en un

    determinado contexto de tiempo y espacio. Una de tales
    formas es el juego, o

    actividad lúdica por excelencia. Y también
    lo son las diversas manifestaciones del

    arte, del espectáculo y la fiesta, la comicidad
    de los pueblos, el afán creador en el

    quehacer laboral -que lo convierte de simple
    acción reproductiva en interesante

    proceso creativo-, el rito sacro y la liturgia religiosa
    y, por supuesto, la relación

    afectiva y el sublime acto de amor en la
    pareja.

    En todas ellas está presente la magia del
    simbolismo lúdico, que transporta a los
    participantes hacia una dimensión espacio-temporal
    paralela a lo real, estimulando los recursos de la
    fantasía, la imaginación y la
    creatividad.

    La actividad lúdica tiene una especial
    significación en el niño con discapacidad visual,
    ya que es un medio de expresión en lo emocional, social,
    físico y cognitivo que facilita aprendizajes
    espontáneos. Es también una forma de aprender la
    realidad y de acercar a los niños, a sus compañeros
    y a los adultos. Por medio del juego, ya sea espontáneo,
    más o menos organizado, individual o colectivo, el
    niño realiza operaciones con y sobre la realidad que ponen
    en marcha importantes funciones cognoscitivas, de hecho todo
    niño responde al juego con alegría, entusiasmo y
    motivación por la diversión que para el
    representa.

    Así mismo los niños discapacitados
    visuales sienten en el juego una forma de expresar emociones, de
    demostrar habilidades, de aprender a comportarse, a actuar en
    determinadas circunstancias.

    La actividad lúdica precisa de la ayuda del
    adulto, ya que es normal que el niño ciego

    presente una tendencia a la restricción del
    movimiento, al ser acompañado, presenta una actitud
    corporal más flexible, ágil y sus movimientos se
    amplían. En el caso de los niños con remanente
    visual, por pequeño que sea, siempre va a favorecer la
    movilidad, la organización espacial, el control del
    entorno, lo que baja notoriamente el nivel de ansiedad del
    niño.

    Por lo tanto, se hace necesario, en el ámbito del
    juego con discapacitados visuales ofrecer ayudas desde temprana
    edad, lo que no será "jugar por él", pero si por
    ejemplo: facilitarle encontrar el juguete que necesita, hacerle
    comprender los distintos "roles" que puedan ser
    desempeñados en el juego en estadios más avanzados
    de representación del pensamiento del
    niño.

    Investigaciones realizadas en Cuba por Mercedes Esteva
    han evidenciado la poca solidez de los criterios de quienes
    plantean que los niños de estas edades prefieren jugar
    solo y que la agresividad es característica de los
    niños invidentes. El maestro debe lograr a través
    de los juegos que el niño se relacione con sus
    coetáneos predominando las relaciones positivas formando
    cualidades tales como el respeto, la ayuda mutua y el
    colectivismo, contribuye al desarrollo de la voluntad
    posibilitando la independencia, convirtiendo el juego de roles en
    una fuente inagotable de transformaciones de la realidad y una
    vía para el desarrollo de la creatividad en la etapa
    preescolar, el juego de roles contribuye al bienestar emocional
    del niño, cuando asume el rol y se inserta en situaciones
    imaginarias y van descubriendo el mundo de los adultos,
    satisfacen la necesidad de ser como ellos y de actuar.

    La actividad lúdica se valora también como
    el medio a través del cual se desarrolla la
    integración sensorial. Las experiencias lúdicas
    satisfactorias dependen de respuestas adaptativas adecuadas a las
    demandas ambientales que a su vez dependen de una correcta
    integración sensorial.

    Es importante en las actividades lúdicas para los
    discapacitados visuales realizar una estimulación
    multisensorial que incorpore:

    a) Estimulación auditiva: El oído nos
    mantiene alertas e informados de todo lo que pasa a nuestro
    alrededor permite introducirse en el mundo del sonido y del
    silencio, detenerse a escuchar los sonidos del propio cuerpo, de
    la naturaleza, de los instrumentos musicales, de los objetos, de
    sonidos de animales y, por supuesto, de la música.
    Ejemplo: ¿Qué suena ahí? El niño
    necesita ayuda para acostumbrarse a los ruidos que le rodean, es
    conveniente que tenga oportunidades de una amplia gama de sonidos
    que se repitan con frecuencia, ejemplo, el golpe de una puerta,
    el ruido del auto, etc.

    b) Estimulación visual: El sentido a
    través del cual obtenemos mayor información para
    entender, interpretar e interactuar con el mundo que nos rodea es
    la vista. En el caso de niños con remanente visual es
    fundamental estimular al máximo su uso, ya que será
    un factor de gran apoyo en su desarrollo. Estimulación a
    través del color, de la luz contrastada a la oscuridad,
    formas, etc.

    c) Estimulación táctil: Lo táctil
    no es sólo una capacidad de las manos, todo el cuerpo
    percibe, por lo tanto debemos estimularlo integralmente para que
    sienta texturas, temperaturas, pesos, tamaños y formas
    diferentes. Ejemplo: ¿Qué sensación te
    produce?, el utilizar objetos distintos al tacto, duras, blandas,
    ásperas y suaves, húmedas, secas, calientes y
    frías; acercarle a las manos, mejillas.

    d) Estimulación cinestésica: Este aspecto
    requiere de la estimulación del movimiento y su
    experimentación vivencial de modo de desarrollar la
    memoria corporal.

    Se deben respetar los estados emocionales del
    niño, estimular la actividad espontánea y
    jerarquizar la lúdica para favorecer la independencia. El
    juego actuará como una actividad totalizadora, como una
    zona intermedia entre la fantasía y la realidad. Las
    actividades como música, plástica,
    dramatización y expresión corporal evitarán
    el aislamiento y favorecerán al desarrollo de la
    creatividad. Estimular la comunicación corporal, el
    desarrollo sensorial y la exploración del mundo que lo
    rodea.

     Reilly (1974) considera el juego como una
    ocupación del niño y lo define como un sistema
    multidimensional para la adaptación al ambiente,
    además sostiene que el impulso exploratorio de la
    curiosidad subyace al comportamiento lúdico.

    Utilizando este marco de referencia, los objetivos del
    tratamiento se dirigen al desarrollo del comportamiento
    lúdico y de aquellos elementos de diversión que
    orientan la adecuada interacción con el mundo a
    través del juego. El niño utiliza el juego como
    medio de expresión, a través de las experiencias
    lúdicas, él logra remodelar la realidad sobre una
    perspectiva que le proporcione más seguridad que la que
    él debe afrontar.

    La actividad lúdica es importante para la
    estimulación de los procesos cognitivos, afectivos y
    motivacionales, en los recursos personológicos tales como
    la autoestima y la autovaloración, así como la
    formación de la personalidad en general. Por otra parte,
    contribuye al desarrollo de rasgos positivos del carácter.
    Permite expresar la imaginación y manifestar los
    sentimientos, así como establecer relaciones con los
    demás seres que le rodean. Contribuye al desarrollo
    integral, proporcionando al niño un sentido de dominio
    sobre su propio cuerpo y sobre el ambiente; además
    estimula el desarrollo de las siguientes destrezas:

    _ Sociales: jugando el niño aprende a
    relacionarse con los demás e investiga los roles de la
    familia, del adulto y del sexo; libre de los límites del
    mundo adulto y a su propio ritmo. También, por medio del
    juego el niño obtiene conocimiento de las normas
    culturales, aprende a intercambiar experiencias, a perder la
    timidez, el miedo, a interactuar con las personas tengan o no sus
    limitaciones.

      _ Motoras, sensoriales y perceptivas:
    Los objetos y los acontecimientos del ambiente lúdico
    aumentan las capacidades perceptivas del niño al brindarle
    la posibilidad de percibir las formas y las relaciones
    temporo-espaciales. La actividad sensorial y motora enseña
    al niño las capacidades y limitaciones de su propio cuerpo
    y del mundo que lo rodea. Además las actividades
    lúdicas producen una liberación de la
    energía excesiva restableciendo el equilibrio corporal
    liberando al niño para iniciar nuevas tareas.

    _ Emocionales: Le proporciona
    al niño estabilidad interna debido a que comienza a
    confiar en la constancia y la consistencia del ambiente, puede
    expresar sus sentimientos sin temor al castigo y le ayuda a
    aprender a controlar las frustraciones y los impulsos. Este
    control le brinda la autoconfianza y la adaptación
    potencial a las necesidades futuras. El juego es
    diversión: abre un mundo de alegría, humor y
    creatividad.

    _ Cognitivas: El niño aprende a
    manipular los acontecimientos y los objetos en el ambiente
    interno y externo. El pensamiento representativo surge a medida
    que el niño participa en el juego simbólico y
    dramático. Dentro de los principios del juego que menciona
    Takata (1971), encontramos que el juego es un conjunto complejo
    de comportamientos caracterizados por la diversión, que
    implica la repetición de experiencias, exploración,
    experimentación e imitación, funcionando como
    agente para la integración de los mundos internos y
    externos.

    _ En relación al espacio: Tienden a una
    utilización restringida del espacio y a una cierta
    inhibición de la movilidad. Esta restricción se
    puede estimar como una conducta adaptativa que el niño
    encuentra para defender y disfrutar los aspectos lúdicos
    propios de la actividad de juego, intentando reducir el esfuerzo
    que implica el control del medio. Esta tendencia a la
    restricción disminuye cuando el adulto acompaña al
    niño, quien se muestra más ágil y con
    movimientos más amplios.

    _ En relación a los objetos y los
    juguetes:
    Presentan dificultad para el reconocimiento de los
    objetos y de los juguetes que los representan, pero no ha
    impedido que el niño ciego use el juego como
    vehículo de experiencias simbólicas. Muestran
    preferencias por juguetes sonoros y utilizados para producir
    ruido y los juguetes realistas cuando juegan solos. Sólo
    cuando el adulto los acompaña incorporan juguetes no
    estructurados.

    _ En relación a la actividad de juego:
    Se observa un aumento del nivel de juego con el adulto, llegando
    hasta el juego simbólico, en ausencia del adulto casi
    sólo se presentan el juego sensoriomotor. Demoran
    más tiempo en poder desempeñar de forma
    espontánea y coherente roles complementarios con un
    compañero de juego.

    _ En relación a la comunicación:
    En cuanto a la petición de ayuda, no saben aprovechar
    adecuadamente la disponibilidad del adulto, tienden a actitudes
    bien dependientes o falsamente independientes. Se observa una
    elevada frecuencia de preguntas dirigidas al adulto mientras se
    desarrolla el juego con el fin de mantener el contacto de forma
    regular.

    Debido a que el oído es el único sentido
    que les brinda información acerca de la
    localización y distancia de los objetos y personas, el
    recurso sonoro es altamente utilizado para favorecer la
    orientación, cuidando de no generar excesivos sonidos que
    confundan al niño. Este recurso ayuda al discapacitado
    visual en la orientación espacial, pero se vuelve
    imprescindible en los niños ciegos.

    Si estos niños fueran debidamente estimulados
    desde el momento en que son diagnosticados, podrían
    alcanzar las diferentes etapas de juego en el mismo tiempo que
    los niños videntes o al menos se disminuirían las
    diferencias. Por otro lado, notamos la demanda de tiempo extra
    que requieren estos niños para el reconocimiento tanto del
    espacio como de los objetos antes de poder utilizarlos de manera
    simbólica.

    El juego ofrece al niño una serie de experiencias
    que responden a necesidades específicas de la etapa del
    desarrollo en que se encuentre, es una de las actividades
    más útiles y formativas desde el punto de vista
    psicológico. Al jugar el niño ejercita sus
    facultades recientemente adquiridas, el juego se convierte en la
    repetición de la vida, siendo una actividad natural para
    el niño. Mediante el juego realiza el aprendizaje de su
    cuerpo, de los objetos y de las personas.

    Que el niño llegue a experimentarse como capaz de
    explorar y superar dificultades por sí mismo. Esto supone
    la base para su posterior independencia.

    Los juegos posibilitan el desarrollo del niño en
    diferentes esferas:

    Intelectual: Desarrolla la memoria,
    sensopercepción, la imaginación, etc.

    Educativo: Contribuye al desarrollo del
    colectivismo, conforma y moldea el carácter.

    Físico: Desarrolla la
    concentración, la buena coordinación motora y el
    fortalecimiento de la salud.

    Estético y cultural: Da la medida y el
    reflejo de la cultura de un país que recoge generalmente,
    es decir, que el juego se da en un marco histórico
    concreto.

    Pedagógico: Los juegos didácticos
    contribuyen a la estimulación de los diferentes
    componentes de la capacidad creadora:

    Intelectual cognitivo: Los conocimientos se ponen
    de manifiesto, el desarrollo de las habilidades y hábitos;
    estimulan la búsqueda de nueva información.
    Posibilitan una libre expresión de la imaginación y
    fantasía, unido al aporte de su iniciativa. Lo que
    enriquece y vitaliza la actividad lúdica.

    Afectivo emocional: Estimulan los intereses, los
    motivos y la actividad del niño, la actividad creadora
    hacia el trabajo, hacia el estudio, la tendencia y la
    perseverancia.

    Metacognitivo: Contribuyen a que los niños
    reconozcan sus propios éxitos y errores, sus propios
    estilos y vías para conocer sobre el proceso de
    conocimiento, lo que utiliza para su aprendizaje. Les permite
    autorregularse, trasformar los resultados a las condiciones en
    que se realiza la actividad.

    Cualidades de la personalidad: Contribuyen al
    desarrollo de hábitos de conducta, de respeto y disciplina
    y al fortalecimiento del espíritu de lucha por la
    victoria.

    El juego es de vital importancia para el desarrollo del
    niño porque facilita la comunicación: jugar con
    otra persona implica comunicarse con ella. El juego social hace
    al niño más sociable, aprende a compartir y a
    esperar su turno. Y le estimula a aprender de los demás.
    En el caso del niño ciego para que se dé esta
    comunicación tiene que conocer al otro, por lo que se
    facilitará el contacto corporal y cuantas situaciones de
    relación se presenten.

    Propuesta de
    actividades lúdicas para favorecer la orientación
    espacial en discapacitados visuales de la edad
    temprana

    Estado inicial de la orientación
    espacial en con discapacidad visual de la edad
    temprana

    Este trabajo investigativo se llevó
    acabo en la Escuela Especial Provincial Ramón
    Téllez Peña ubicada en la comunidad del Reparto
    Santo Domingo del Consejo Popular #:15 con 1 niño ciego y
    6 con baja visión, entre 4 y 6 años de edad, no
    todos tienen la misma desviación visual (ver Anexo VIII)
    donde se realiza "El proyecto sin barreras" para niños con
    necesidades educativas especiales donde participan los
    discapacitados visuales (ciegos y baja visión) de edad
    temprana en la realización de actividades.

    Los indicadores que me permitieron medir la
    orientación espacial en los niños durante la
    investigación fueron:

    • Expresión corporal.

    • Percepción de los conceptos básicos
      espaciales (dentro/fuera, arriba/abajo,
      delante/detrás, etc.).

    • Percepción de las posiciones y dimensiones
      espaciales (izquierda/derecha,…)

    • Percepción de las relaciones espaciales
      existentes entre los objetos y entre ellos y el
      sujeto.

    En la realización del diagnóstico inicial
    observamos que los niños no se orientan en el espacio, no
    reconocen las partes de su cuerpo, presentan dificultad en el
    desplazamiento y las actividades no las realizan independientes
    púes requieren de ayuda de personas o implementos para
    realizarlas.

    Apoyados en la guía de observación, (Anexo
    I), pudimos categorizar a los niños en Bien, Regular y Mal
    que aparecen en los indicadores (Anexo II), de la misma obtuvimos
    el siguiente resultado: (Anexo III).

    De 7 niños, 3 cumplían con el indicador de
    la expresión corporal, logrando identificar las diferentes
    partes de su cuerpo y de sus compañeros, este elemento es
    importante pues primero se conoce uno mismo y luego será
    más fácil conocer el medio que nos rodea, 2 por su
    parte tenían categoría de regular para un 28,5%
    pues reconocieron la cabeza, las manos y los pies, para ellos es
    más fácil pues en la cabeza están sus ojos
    que no le permiten ver, la boca por donde ingieren alimentos
    sabrosos, y 2 con categoría de mal para un
    28,5%.

    Cuando hay déficit visual provoca un retraso en
    la percepción de "sí mismo" como agente provocador
    de acciones, puesto que, cuando el niño no puede ver,
    generalmente no tiene elementos suficientes para comprender las
    consecuencias de su acción.

    En el indicador percepción de los conceptos
    básicos espaciales (dentro/fuera, arriba/abajo,
    delante/detrás), ningún niño cumplía
    con este indicador, 3 con categoría de regular para un
    42,8% reconociendo arriba/abajo y delante, 4 con categoría
    de mal para un 52,1%. Esto provoca el miedo a chocar con
    obstáculos o con sus compañeros.

    En cuanto a la percepción de las posiciones y
    dimensiones espaciales (izquierda/derecha), 1 cumplió con
    este indicador para un 14,2%, 1 con categoría de regular
    para un 14,2%, y 5 con categoría de mal para un
    71,4%.

    En cuanto al cuarto indicador percepción de las
    relaciones espaciales existentes entre los objetos y entre ellos
    y el sujeto los 7 obtuvieron la categoría de mal para un
    100% ya que no supieron identificar la vecindad, la continuidad,
    la sucesión y el orden. Los niños no saben como
    distinguir la vecindad de los objetos respecto a ellos, no
    identifican los que están cerca, ni lejos, les resulta
    difícil establecer relación de continuidad, de
    orden y sucesión elementos importantes para orientarse en
    cuanto a un área, objeto, persona de esta forma no
    podrían establecer la relación con el ambiente
    inmediato y distante y reaccionar dentro del mismo, además
    de no reconocer sus formas y en lo específico la propia
    forma corporal.

    Resultado de la entrevista aplicada a las familias
    (anexo v)

    Podemos plantear que en la entrevista aplicada a la
    familia (Anexo v) de manera general esta plantea que es
    insuficiente el conocimiento que se posee sobre la
    orientación espacial teóricamente, reconocen la
    sobre protección que asumen con sus hijos, no juegan con
    otros niños si no se realiza el juego dentro de la casa,
    la familia asume una actitud de lástima, de cuidado,
    miedo; no realiza todas las actividades de forma independiente ni
    en el hogar ni la comunidad, con una preparación en la
    orientación espacial le sería útil para la
    vida y de manera independiente en la sociedad, todos los
    niños no tienen la posibilidad de jugar con juguetes
    sonoros.

    Propuesta de actividades Lúdicas para mejorar
    la Orientación Espacial en niños discapacitados
    visuales en la edad temprana.

    Las actividades diseñadas se sustentan en el
    análisis teórico realizado sobre la
    orientación espacial donde se tuvo en cuenta lo planteado
    por diferentes autores sobre el tema. Asimismo queda claro que
    los juegos son la actividad a través de la cual los
    niños asimilan con mayor facilidad las acciones y las
    diferentes capacidades.

    El niño que no juega esta en desventaja con los
    que si lo hacen y a dominar el cuerpo; descubre como es el mundo
    y como son ellos por medio de las actividades lúdicas
    adquiere nuevas habilidades, aprenden cuando emplearla y se
    enfrentan con emociones complejas y conflictivas al recrear la
    vida real (Gutiérrez Baró Elsa).

    Las actividades que se proponen tienen las siguientes
    características:

    • Son juegos pequeños sensoriales.

    • El contenido de los juegos seleccionados se
      corresponde con los intereses y aspiraciones de los
      niños, según sus edades y teniendo en cuenta
      los resultados del diagnóstico aplicado.

    • Las actividades propuestas son asequibles porque
      responden a los objetivos del programa y están
      formuladas de manera que puedan ser comprendidas por los
      niños.

    • Tienen un carácter socializador, ya que
      están previstas de manera que los niños puedan
      interactuar en dúos y en equipo con personas videntes,
      durante la realización o la evaluación de los
      resultados.

    • Están estructuradas con el nombre de el
      juego, objetivo, materiales, organización, desarrollo,
      reglas y variantes, según Herminia Watson.

    • Posibilidad para expresar a través del
      lenguaje lo que ha hecho, como lo ha hecho, describir sus
      experiencias.

    La utilización de esta propuesta por parte de los
    profesores requiere de una adecuada preparación desde el
    punto de vista metodológico y de una profundización
    en los principales elementos de índole teórico
    relacionados con los juegos.

    Un niño con visión normal
    desarrollará la capacidad de ver de una forma
    espontánea; sin embargo un niño con discapacidad
    visual, en la mayoría de los casos, no lo hará de
    forma automática, por ello se le deberá estimular
    visualmente mediante un programa sistemático encaminado a
    desarrollar sus funciones visuales y auditivas.

    Los juegos con enfoque educativo diseñados se
    sustentan en el análisis teórico realizado al
    modelo propuesto por Herminia Watson Brown (2008), la que propone
    para describir un juego los siguientes aspectos, Nombre,
    Objetivo, Materiales, Organización, Desarrollo, Reglas,
    Variantes.

    1- Nombre del juego: "Me convierto
    en…."

    Objetivos: coordinación, conocimiento del
    cuerpo, conceptos de rápido- lento, grande-
    pequeño.

    Materiales: colchoneta, pandereta y
    silbato.

    Participantes: Discapacitados
    visuales.

    Organización: Se sientan en el piso, se
    les cuenta una historia sobre el bosque mágico, (que es
    una colchoneta grande).

    Desarrollo: Los alumnos se tienen que desplazar
    hacia el bosque mágico, Las formas de desplazarse son al
    frente y hacia atrás, corriendo hacia delante al sonido
    del silbato y hacia atrás al sonido de la pandereta,
    convirtiéndome en un gatito, en un monstruo, en un enano,
    en un avión, un perrito y un pollito.

    Reglas: No tirarme encima de ningún
    compañero en el "bosque mágico"

    Variantes: cambiar la historia.

    Clasificación: Pequeño –
    Sensorial

    2- Nombre del juego: El trencito
    ciego.

    Objetivos: cooperación, atención,
    compañerismo, confianza, experimentar el espacio, el
    ambiente.

    Materiales: Silbato y Sonajero.

    Participantes: Discapacitados
    visuales.

    Organización: En hilera.

    Desarrollo: El primero de la hilera tendrá
    que cerrar los ojos mientras que el de atrás le va
    guiando. Le guía mediante un toque en el hombro derecho al
    escuchar el sonido del sonajero para girar a ese lado, al
    escuchar el sonido del silbato tocara en el hombro izquierdo del
    niño para que este gire a la izquierda. El significado de
    cada golpe se habrá pactado antes de comenzar de acuerdo
    con los diferentes sonidos.

    Regla: Todos deben guiarse por el
    sonido.

    Variantes: Todos con los ojos cerrados y que el
    único que vea sea el último para ir guiando al
    resto, teniendo que llegar al primero la señal de hacia
    donde debe ir, si a la derecha o a la izquierda, recto o hacia
    atrás con los sonidos.

    Clasificación: Pequeño –
    Sensorial

    3- Nombre del juego: Mar y Tierra.

    Objetivos: Mejorar la rapidez de reacción,
    capacidad de salto delante/detrás y
    coordinación.

    Materiales: Cuerda, sonajero y
    silbato.

    Participantes: Discapacitados
    visuales.

    Organización: En fila detrás de una
    línea marcada con una cuerda, delante será el mar
    representado con el sonido del silbato y detrás la tierra
    con el sonido del sonajero.

    Desarrollo: Al escuchar el sonido del silbato
    saltan hacia delante el mar lo que imitarán que
    están nadando, al escuchar el sonajero saltarán
    hacia detrás la tierra.

    Regla: El que no nade en el mar se
    ahoga.

    Variantes: Saltar en un pie.

    Clasificación: Pequeño –
    Sensorial

    4- Nombre del juego: Pirata y
    Ladrón

    Objetivos: Mejorar la atención, el
    compañerismo, la estrategia, la

    discriminación ruido-silencio y las habilidades
    motoras.

    Materiales: Pelota con sonajero.

    Participantes: Discapacitados
    visuales.

    Organización: Dos grupos con el mismo
    número de participantes en dos filas paralelas.

    Desarrollo: Un jugador se ofrece voluntario para
    ser el "pirata". En frente de ambas filas se sentará el
    pirata con los ojos vendados y al cuidado de su tesoro, la
    pelota. Los primeros de cada fila, es decir, los ladrones
    deberán intentar coger la pelota, pero con todo el
    silencio posible de manera que el pirata sea capaz de discriminar
    el ruido que oiga. Cuando oiga algo, señalará en la
    dirección donde lo ha escuchado, y si coincide con uno de
    los ladrones, este deberá volver al final de su fila dando
    la oportunidad al siguiente ladrón. Cuando se realiza el
    cambio de jugadores, el juego se parará un instante para
    no confundir al pirata. Ganará el equipo que antes consiga
    el tesoro.

    Variantes: El niño ciego podría ir
    acompañado de otro niño que le fuese
    indicando.

    Clasificación: Pequeño

    5- Nombre del juego: No me muevo.

    Objetivos: Destreza psicomotora, atención,
    conocimiento del cuerpo.

    Materiales: música.

    Participantes: Discapacitados
    visuales.

    Organización: Círculo.

    Desarrollo: Se pone una música y el
    maestro ira diciendo partes del cuerpo que no se pueden mover
    hasta que solo quede la cara. Cuando solo quede la cara, cada
    parte que diga el maestro se podrá ir moviendo.

    Regla: No se pueden mover las partes del cuerpo
    que se vayan diciendo.

    Variantes: En vez de dejar de mover esa parte del
    cuerpo, juntarnos a otra persona por esa parte.

    Clasificación: Pequeño

    6 – Nombre del juego: El gato y el
    ratón.

    Objetivos: desarrollar la coordinación
    óculo-manual, aumentar la destreza y la rapidez de
    acción, trabajar la lateralidad.

    Materiales: Dos pelotas de goma, a ser posible de
    distinto color, para denotar al "Ratón" y al "Gato" y un
    silbato.

    Participantes: Discapacitados
    visuales.

    Organización: En círculo, a un
    niño le damos una de las pelotas y la llamamos
    "Ratón", al siguiente, le damos la otra pelota y la
    llamamos "Gato".

    Desarrollo: A la señal del sonido del
    silbato, se pasarán las dos pelotas en la misma
    dirección a la derecha de mano en mano, intentando que el
    gato alcance al ratón. Si una pelota se cae al suelo, la
    otra deberá seguir en movimiento.

    Reglas: Cuando el gato alcance al ratón
    pasará a ser perseguido por el ratón a la
    izquierda. Si no lo alcanza al sonido del silbato el ratón
    perseguirá al gato.

    Si alguna de las pelotas se cae al suelo la otra debe
    seguir en movimiento.

    Variantes: Cambiar la dirección en la que
    se van a pasar las pelotas e ir alternando para que los
    niños no se cansen. Cambiar el nombre de las
    pelotas.

    Clasificación: Pequeño

    7- Nombre del juego: Charca a la
    orilla.

    Objetivos: atención, orientación
    espacial.

    Materiales: cuerdas para formar el
    cuadrado.

    Participantes: .Discapacitados
    visuales.

    Organización: Se ponen cuatro cuerdas en
    el suelo formando un cuadrado, el grupo se pone fuera del
    cuadrado menos uno que se pone dentro, justo en el medio del
    mismo.

    Desarrollo: El niño del centro del
    cuadrado empezará a decir "charca", y todos tendrán
    que saltar dentro del cuadrado, "orilla" y saltarán fuera
    del cuadrado.

    Regla: El que se equivoca se pone en el
    medio.

    Variantes: En vez de hablando se podría
    utilizar el silbato y palmadas. Uno para charca y otro para
    orilla.

    Clasificación: Pequeño –
    Sensorial

    8- Nombre del juego: ¿Quién
    soy?

    Objetivos: Atención, oído,
    orientación espacial.

    Materiales: Un tambor.

    Participantes: Discapacitados
    visuales.

    Organización: En fila todos los
    niños con los ojos cerrados.

    Desarrollo: La profesora irá tocando el
    tambor y los niños seguirán ese sonido con los
    brazos en alto y los ojos cerrados. Cuando deje de sonar el
    tambor y sin abrir los ojos hay que agarrar las manos más
    cercanas que tengan de un compañero y tratar de adivinar
    el nombre de este al preguntar ¿Quién soy?
    Abrirán los ojos y comprobaran quién es.

    Regla: No se pueden abrir los ojos hasta adivinar
    quién es.

    Variantes: Decir como soy ej. él
    más chiquito del grupo, él más alto,
    él más gordo o él más
    flaco.

    Clasificación: Pequeño –
    Sensorial.

    Las actividades lúdicas que forman la propuesta,
    se aplicaron durante 9 meses, de acuerdo con el contenido
    desarrollado en el programa para la orientación espacial.
    Para ello se siguió un orden lógico –
    metodológico que se hizo corresponder con el programa de
    edad temprana para discapacitados visuales. Se utilizaron 2
    días de cada semana, teniendo en cuenta el horario que la
    investigadora poseía para la realización de la s
    actividades.

    Las actividades lúdicas con estímulos
    sonoros fue aplicado en la escuela especial Ramón
    Téllez Peña, con 7 niños con discapacidad
    visual entre 4 y 6 años de edad de una matrícula
    total para un 100%. Con su aplicación se logró
    mejorar la orientación espacial de los discapacitados
    visuales en una esfera especial que contribuye a fomentar y
    alcanzar el mayor grado de autonomía posible a
    través del uso de la audición. Además, la
    actividad lúdica constituye de manera inequívoca,
    un elemento potenciador de las diversas esferas que configuran la
    personalidad del niño. El desarrollo psicosocial de una
    personalidad integral, se obtiene, de manera muy especial en el
    juego.

    Así tenemos que la actividad
    lúdica no es algo ajeno, sino una condición para
    acceder a la vida y al mundo que nos rodea. El juego es sin lugar
    a duda, un fenómeno único que puede tener
    diferentes manifestaciones pero que siempre está muy
    vinculado a la vida y la educación de la nueva
    generación. Se lograron resultados satisfactorios
    relacionados con la motivación de los niños, la
    estimulación auditiva, el desarrollo de la memoria,
    sensopercepción, la imaginación es decir, un mayor
    desarrollo de la orientación espacial.

    Queda demostrado que es importante que el
    niño se eduque y aprenda en un ambiente lúdico. Ya
    que el juego ocupa un espacio importante en la vida del
    niño, proporciona alto grado de placer, le permite conocer
    el mundo y recrearlo, le da la posibilidad de manifestarse y
    satisfacer significativamente su curiosidad, imaginación
    su necesidad de actividad, es desarrolladora. Es una actividad
    modeladora por excelencia.

    Al realizar actividades lúdicas con
    estímulos sonoros crea bases para procesos intelectuales
    generales, genera sentimientos, emociones y actitudes positivos,
    desarrolla la independencia, la autonomía y es elemento
    potenciador del desarrollo de las diversas esferas que configuran
    la personalidad del niño/a.

    Después de aplicar la propuesta se
    procedió a realizar un análisis comparativo con
    respecto a los resultados obtenidos durante el diagnóstico
    inicial donde se observa un incremento de los por cientos
    evaluados de Bien donde el indicador de mayor incidencia fue el 3
    percepción de las posiciones y dimensiones espaciales con
    el 100% de los niños evaluados.

    En el indicador 1 expresión corporal
    y el indicador 2 percepción de los conceptos
    básicos espaciales se observó un incremento de los
    por cientos evaluados de Bien que representa el 85,7% y el 14,2%
    evaluados de Regular.

    El indicador 4 percepción de las relaciones
    espaciales existentes entre los objetos y entre ellos y el sujeto
    se observó al igual que en los demás indicadores un
    incremento de los por cientos evaluados de Bien para un 71,4% y
    el 28,5% evaluados de Regular. (Ver Anexo VI).

    Valoración de la efectividad y viabilidad de
    los resultados finales

    Los juegos constituyeron una herramienta para el trabajo
    del profesor de educación Física y el maestro en el
    desarrollo de la orientación desde la literalidad pues le
    brindó a los niños la posibilidad de aprender a
    orientarse por ambas partes del cuerpo derecha e izquierda, a
    encontrar obstáculos, objetos, personas en los laterales,
    la espacialidad para ubicarse en el área donde se
    encuentran, y tener una percepción del medio que los rodea
    y la distancia entre compañeros, objetos y limites y
    asimismo la temporalidad para reconocer el tiempo, sus
    dimensiones a la hora de comunicarse, de reaccionar.

    Los juegos además desarrollaron otras capacidades
    como la reacción, el equilibrio, pues debían
    reaccionar a los estímulos sonoros que se utilizaron en
    ellos y en la medida de la rapidez con que reaccionaron
    podían orientarse con mayor facilidad, por otra parte la
    posibilidad de desplazarse con independencia les permitió
    ir adquiriendo un equilibrio en su postura.

    La memoria fue una de las prestaciones
    psicológicas que se desarrollo con los juegos teniendo en
    cuenta la necesidad de reconocer sonidos, objetos, contactos, y
    conocimientos que debieron fijar y luego reproducir en un momento
    dado, en estas edades la memoria se caracteriza por el desarrollo
    intenso de la capacidad de retención mental,
    también la imaginación se desarrollo dentro del
    juego, donde el niño pasa, de la solución de las
    tareas mediante acciones prácticas, al uso de
    imágenes que van a sustituir a los objetos reales y con
    los que funciona en el plano interno.

    Esta formación del desarrollo de la
    función simbólica de la conciencia repercute en el
    desarrollo de la imaginación y del pensamiento. pues al no
    poder ver con claridad los fenómenos reales esta pasa a
    ocupar un papel importante en las acciones de la vida de los
    niños discapacitados visuales.

    Conclusiones del Capítulo II.

    El análisis de la información derivada de
    la aplicación de los diversos métodos y
    técnicas de investigación
    permitió:

    – Obtener el diagnóstico del estado actual de la
    orientación espacial en discapacitados visuales de la edad
    temprana .

    – Diseñar actividades lúdicas
    con estímulos sonoros.

    En sentido general las actividades lúdicas con
    estímulos sonoros aplicadas nos permitió mejorar la
    orientación espacial, la percepción auditiva
    (memoria auditiva, conciencia, discriminación auditiva),
    lateralidad (conceptualización de derecha e izquierda con
    respecto al propio cuerpo), lenguaje comprensivo y
    orientación temporo-espacial (delante-atrás, entre,
    al lado, antes-después, lento-rápido). Lo cual
    evidencia la potencia del sonido como una herramienta poderosa
    para estimular el desarrollo de la cognición en
    discapacitados visuales elevando el nivel de satisfacción
    de las necesidades, intereses y aspiraciones de la comunidad
    especialmente en la independencia y calidad de vida de los
    mismos.

    Conclusiones
    generales

    Partiendo del análisis
    teórico realizado y en correspondencia con los objetivos,
    consideramos emitir las siguientes conclusiones:

    • Desde el punto de vista teórico hemos
      profundizado que las actividades lúdicas es un
      elemento importante para mejorar la orientación
      espacial, ya que logran una estrecha relación entre
      los aspectos cognoscitivos y afectivos, permiten a los
      niños con Necesidades Educativas Especiales exponer
      criterios y juicios valorativos desde sus propias
      perspectivas, pero además, proporcionan la libertad
      para expresar lo que piensan llevándolos a entender la
      vida; cada aprendizaje a través de ellos da la
      posibilidad de que sean mejores seres humanos, que
      desarrollen además de las capacidades y habilidades el
      lenguaje, la imaginación y la fantasía, de que
      piensen y valoren el contenido de variados
      matices.

    • Con la aplicación de las actividades
      lúdicas con estímulos sonoros se logró
      la factibilidad de sus resultados y la preparación
      alcanzada en la orientación espacial de los
      discapacitados visuales de la edad temprana.

    • Partes: 1, 2, 3
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